La mañana y el olor a café con
leche me recuerdan a tus pasos
los escuchaba desde mi habitación
eso me daba la bienvenida al día
al sabor del juego de adivinanzas
de imaginarte creando y eras tan
fuerte tan completo y hombre
que escucharte borraba por completo
mis miedos
y ahora solo me queda los miedos ya
no hay mañana
el café está quemado y solo me
queda el eco del silencio predecible
concreta ahora desintegro tu imagen
en una foto
que el tiempo amarillenta
y vos cada vez mas recuerdo.
Lorena García, 2014.
Texto producido en los Talleres de Siempre de Viaje.
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