15 años, primera
vez, voy a bailar
me escapo nadie sabe
no me dejan
voy a la noche
mayores de 18
–no razonar,
desaparecer–
entro igual, parezco
de 20
15, 16, 17, me voy a
bailar
palladium,
retro, new york city, the embers, b. a.
noche tras noche
nadie sabe dónde voy
hay un tema que
gritamos todas juntas
con la mano
levantada saltando con plataformas en el medio de la pista
–cuando tenías
que estar, te echaste a correr–
no había amor, no
sabía
el sexo era matarse
en el reservado
a las 5 am la parte
nacional y todo es negroblancovioleta
–lo que hiciste en
mí–
a las 6 prenden las
luces, nos encandilan
con las manos de
visera irnos a desayunar y después dormir hasta el almuerzo obligado
–no tiene perdón–
los días
arreglados-encadenados hasta la noche
del lunes al jueves
es esperar el viernes el sábado
lo único mío
bailar medio desnuda
la noche tecno-nacional
–y yo sé que me
siento–
bailar sola con
amigas rebotar pibes a morir
–más fuerte–
eso iba a acabar, se
acaba
ahora
Otra noche
vos me miraste
–no sé más quién
soy–
me clavaste en el
piso me activaste
tus ojos fijos en
mí, rayos
que te miren tanto
que te deseen
–no tiene perdón–
y vos también
–me hiciste sentir
–
con las chicas ya
nos íbamos y vos nada, congelado
–no tiene perdón–
Dije voy al baño,
gano tiempo, me seco el sudor, me arreglo
dibujo los labios,
mojo el pelo, vamos vamos que ya fue
–de qué te reís–
Dale vamos nena, y
yo esperá
–no sé más qué
hacer–
me miro
invoco un momento
John Huges, el espejo me da el ok
jean lycra encajes
–no sé más quién soy–
nos vamos nos fuimos
nos estamos yendo
te quiero hablar
pero no
–lo que hiciste en
mí–
salgo y no, no te
veo, nos vamos chau chau
y de pronto
emergés
la oscuridad
ultravioleta te brilla la remera el pelo largo los ojos grandes
¿Te vas? me decís
con la mano en el bolsillo de tu jean roto, deshilachado.
Me voy.
No (ordenás)
Sí.
Me voy.
Dame tu teléfono
(me agarrás el brazo)
Con delineador rojo
deshecho te escribo el número en un pedazo de papel arrugado.
No miento, estoy
nerviosa, me atolondro.
No sé tu nombre, te
dejo el mío.
–no sé más quién
soy–
Domingo-no-pasa-nada-el-día-más-largo-del-mundo-años-siglos-
hartazgo de la siesta y las
facturas
No tomo mate, sólo
café
Estoy leyendo o
escribiendo
Estoy grabando
música en cassettes
Pienso en vos, me
obsesiono
Te habría besado
Y no, no pasó
Mi hermano me grita
desde el living con desprecio
te llama un pibe
–te echaste a
reír–
Y así empezó lo
que vendrá.
Mucho tiempo atrás,
te dediqué la canción
vos sabés
de verdad la letra
siempre dijo
con tu amor.
Karina Macció.
Escrito para la presentación de "Fogata eterna" en Buenos Aires.
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