Una magdalena en mi
cabeza, en mi mente es un muffin, de zanahoria, jengibre y nuez, con
séster de naranja, me emociona, me pone la panza contenta, la panza
hinchada de bebota, los rulos rubios y los ojos enormes en la cara,
curioseando todo, yo bebé y vos bebé, caminaba con tacos altos
azules por avenida corrientes, te cargaba, bebota gigante como eras,
bella, Isabella, íbamos a buscar libros con tu mamá a lo de Gino,
qué momento de alegría es traer un libro al mundo, verlo por
primera vez, olerlo, sentirlo ser material, real, como un niño que
cada tanto se anhela, y no se adivina, no se siente, crecer, en la
panza que se hincha de a poco, y uno sabe que ya lo conoce, pero
verlo, ese momento, la primera vez, que escapa y no vuelve, la
sorpresa, la felicidad, instante eterno, y ese querer que dure toda
la vida.
Virginia Janza, 2014.
Para Minuto Magdalena, homenaje a Marcel Proust.
1 comentario:
Imagino esa carga amorosa, ese momento de parir, de oler y de retraerse para dejar que se alumbre lo nuevo.
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