Parirse
Esa niña
zapatos de
cristal,
cuello de
organza.
llora su
suerte
su propio
desatino
y su falsa
esperanza.
Esa niña
perdió su
corona
sus
anillos y su estola.
Ya no
tiene comarca
y espera
que en sus sueños
la habite
otra marca.
Esa niña
precisa
falsear
su propia
historia
concebir
otro sitio,
parir los
retasos
de su
memoria.
No es
niña, esa mujer,
es que
ya, no tiene reino,
remedio,
ni corona.
Gabriela Aristegui, 2014.
Texto producido en los talleres de Siempre de Viaje.
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