Cuando
el agua llegó no dio tiempo
una
noche, sin preludios ni intuiciones llegó
pero
no se acercó a la puerta a visitarnos
como
era costumbre entre tanta tierra partida
se
reveló
y
se fue metiendo adentro de lo más hondo, de lo más profundo
allí
donde no debió entrar nunca
y
arrasó con los colores que quedaban
con
los recuerdos que sobrevivían
a
tanta tierra partida
y
el moho invadió las superficies
y
no pasaba un día sin que alguien encontrara colores desteñidos
se
estancaron las aguas
y
el río se fue poniendo gris
y
fue costoso remover
cada
madera putrefacta
secarla
al sol
renovar
las hojas, los caminos.
Ahora
vislumbro un verde nuevo
un
brote que comienza su ascenso hacia el sol
insiste
en volver a la vida
quizá
los años pasen y crezcan especies más fuertes
quizá
los años pasen y los colores tengan por fin una belleza indeleble
quizá
los años pasen y el agua vuelva
otra
vez
a
rebalsar la tierra partida
a
destruirlo todo.
Lorena Suez, 2015.
Texto producido en los talleres de Siempre de Viaje.
Samantha Friend |
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