Una aguja al rojo vivo
cuelga fuera de él, se deja llevar por
él
como si fuera un timón, él
entraría en la casa por cualquier
lugar que pudiera
y después podría rebotar desde la
ventana
al techo, zumbando y buscándote.
No duermas porque está allí, envuelto
en la cortina.
No duermas porque está allí, bajo la
estantería.
No duermas porque quiere coser tu piel,
quiere saltar sobre tu cuerpo como un
martillo
con un clavo, no duermas porque quiere
meterse en
tu nariz y hacer un trasplante, quiere
que no
duermas, él quiere sepultar tu piel y
hacer
un nido de cuchillos, quiere deslizarse
bajo las
uñas de tus dedos y meterles una
astilla, no duermas,
él quiere subir por el váter cuando
te sientes
y hacer un hogar en el incómodopelo,
no duermas
quiere hacerte caminar hacia él como
hacia un oscuro fuego.
Anne Sexton, Calle de la Misericordia
45.
No hay comentarios:
Publicar un comentario