Escribo
con los ojos cerrados
las
palabras mueven la mano de una diestra.
Me
manejan a mí
y
yo
que
soy la que decido sobre mis acciones
me
quedo callada sin poder hacer
nada.
Se
reúnen entre ellas, forman grupos,
o
párrafos,
se
alinean como soldados algunas se separan,
piensan
cuándo tomarse un tiempo,
deciden
a quién sacar.
Aprecio
cómo se rebuscan hasta encontrar a sus vecinas para que no esté
siempre la misma familia, o cómo buscan a su pareja, para que rime,
para que suene, para que tenga música visual, para que lo sienta yo
y
quien lo lea.
Van
formando algo, algo puedo ver pero no lo distingo
espío
un
poquito, pero me retan.
Siguen
siguen
solas
moviéndome
Siento
cómo manejan mi cuerpo,
y
cómo el cuerpo maneja mis movimientos.
Igual
sí, de verdad lo hacen! Hago trampa, porque algo veo
Sé
que hay un deseo, un sueño, un pensamiento
un
anhelo.
Veo
cada vez más, y aún sigo sin identificar. Soy ansiosa, así que no
me importa, no me importa nada, quiero ver qué me dicen, porque
cuando se forman algo nos quieren decir.
Nos
hablan.
Y
yo quiero
que me hablen.
Necesito
verlo ya.
Abro
los ojos
la
hoja la encuentro en blanco.
Fiorella Rojo, 2016.
Texto producido en los talleres de Siempre de Viaje a partir de un poema de Alejandra Pizarnik.
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