y
arrojen todo al río
a
la corriente
y
si quieren también
arrojensen
ustedes
al
lecho
de
piedras
que
yace en el fondo
en
el agua
arrojensen
al fondo brilloso
turquesa
azulado
tomando
aire podrán resistir
lo
suficiente
para
ver
desde
ahí
por
debajo
sumergidos
las
sabanas blancas como piedras
abiertas
al río
fluyendo
las
sabanas puras como restos
de
aquello
que
alguna vez
vistió
de gala
la
fiesta y el silencio
y
cuando estén
oyendo
el murmullo
del
río correr
cuando
estén suspendidos
en
el lento transcurrir profundo
recuerden
que ahí
en
el silencio acuoso
no
quedan más que sombras
como
un letargo
Nicolás Alonso, sobre un poema de Mercedes Roffé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario