jueves, 15 de diciembre de 2016

Ella es mi sueño * Juanpi Ortigosa




¿Qué soñaste?
Estaba con ella. Caminábamos de la mano por el parque. Le contaba un chiste y se reía. Después, me besaba.

¿Qué soñaste?
Estaba sólo, todos se habían ido. Las calles estaban vacías, el único ruido que había era un constante “piiiii”. Recorrí todo el barrio tratando de encontrarlo. Cuando por fin me pareció ver de dónde era, una luz blanca me encegueció.

¿Qué soñaste?
La luz me llevó a un cuarto blanco. En la esquina había alguien sentado, mirando a la pared, era yo. Quise hablarme, pero me ignoré completamente.

¿Qué soñaste?
Llegaba al colegio, era el examen final de química. Ella se sentó al lado mío, estaba nerviosa. Al entregar me di cuenta de que no había resuelto nada, así que borré su nombre y puse el mío cuando la profesora no miraba, entregué mi prueba como si fuera suya.

¿Qué soñaste?
Era el partido final de la temporada, estábamos empatados. Últimos segundos, me pasan la pelota, tiro y adentro. Ganamos. Ella sonreía y me felicitaba, me abrazaba.

¿Qué soñaste?
Ahora yo era el que estaba sentado, mientras otro yo me miraba sorprendido. Me preguntaba cosas y yo me ignoraba, como si no valiera la pena responderme, como si estuviera enojado conmigo mismo.

¿Qué soñaste?
Entrábamos al boliche, todos mis amigos ebrios, yo creo que también. Unas chicas que no conocemos empiezan a hablarnos, mi amigo se va con una y yo me quedo conversando con la otra. Se me tira encima. Ella me ve.

¿Qué soñaste?
Volví a estar parado, rodeado de las paredes blancas, mirándome. Empujé a mi otro yo para que me respondiera. No me moví. Pero esta vez pude ver que sostenía algo en la mano. ¿Era un cuadro?

¿Qué soñaste?
Ella se fue corriendo del boliche sin mirar atrás. La seguí para explicarle, pero no la veía por ningún lado. Tenía que buscarla.

¿Qué soñaste?
Era una mañana en la pileta del club, estábamos sólo los chicos. Miré para arriba y la vi asomada, recién había llegado. Me hizo una seña y salí a verla. Fui por su espalda y la abracé, mientras le colgaba un collar. Mi regalo.

¿Qué soñaste?
Volví a la silla, mientras me gritaba a mí mismo. Esta vez miré mi mano, sí, era un cuadro, y tenía una foto. Nos mostraba a los dos, en el cine, la primera vez que nos besamos. Colgué el portarretratos en la pared blanca. Todo se apagó.

¿Qué soñaste?
La vi, a lo lejos. Ella estaba en un banco, en la plaza, frente al boliche. Me acerqué a hablarle, parecía que lloraba. Le pedí perdón, se paró y se fue. Como si nunca le hubiera hablado.

¿Qué soñaste?
Le grité que se frene, que deje de ignorarme. Se dio media vuelta, sí, estaba llorando, y solamente me miró. Esa mirada me destruyó.

¿Qué soñaste?
Ahora podía ver a los dos, al que estaba sentado, triste, con la foto y al que le gritaba al lado, para que lo escuche. Se veían como yo, pero no actuaban como yo. 

¿Qué soñaste? 
Salía de jugar un partido como cualquier sábado, y me sentaba a verla jugar a ella. Siempre me había parecido demasiado linda, pero era muy tímido para hablarle, ella era perfecta y yo era, yo. Un chico más.

¿Qué soñaste?
Un yo estaba triste, el otro yo estaba enojado. Y después estaba el tercer yo, que los miraba, el verdadero yo. Tratando de entender qué les pasaba, tratando de entender por qué actuaban así.

¿Qué soñaste?
Le pedí perdón, ella no dijo ni una palabra, estaba dolida. Le dije que había sido un malentendido, una mentira que ni yo podía creerme. Ella tampoco se la creyó. Discutimos, le eché la culpa como siempre hacía. Ella me miraba y le caían lágrimas.

¿Qué soñaste?
Era nuestra gala de fin de año, nuestro egreso. Todo el curso vestido formal, ella estaba radiante. Mis amigos me empujaron hacia ella y le pedí que bailemos, apenas podía hablarle, dijo que sí. No podía ocultar mi sonrisa.

¿Qué soñaste?
El tercer yo estaba feliz. Pero parecía una sensación vieja, perdida. No como los otros dos yo, que se sentían reales. Esa felicidad no era más que un recuerdo.

¿Qué soñaste?
Era nuestra primera cita, no había estado tan nervioso en mi vida. Fuimos al cine, daban las viejas de Harry Potter y conseguí los mejores asientos para su favorita. Vimos la película y al terminar me besó, por primera vez.

¿Qué soñaste?
Se acercó a mí, no sabía qué iba a hacer. Me dio un beso, el último, y me pidió perdón. Yo estaba sorprendido, pero el perdón era porque iba a dejarme, se sacó el collar que le había regalado y lo dejó en mi palma. Se fue caminando.

¿Qué soñaste? 
Volví a estar gritando, en plena oscuridad. Logré escuchar qué decía, me criticaba, me criticaba por hacer todo mal, por desperdiciar cada oportunidad que tuve. Mientras, mi otro yo comenzó a llorar, abrazando el cuadro como si fuera todo lo que le quedaba.

¿Qué soñaste? 
Ella festejó su cumpleaños en su casa. Era una fiesta a la noche, con sus amigos. Me agarró y me hizo subir las escaleras, hasta la terraza. Nos acostamos a ver las estrellas, de la mano, contando historias y riéndonos juntos.

¿Qué soñaste? 
Mientras se iba me quedé paralizado, el collar se me cayó al piso y apenas podía respirar. Se largó a llover, no me importaba mojarme. Pero de a poco la tormenta aumentó, apenas se podía ver.

¿Qué soñaste?
Me agaché rápido, tenía que encontrar el collar, no podía perderlo. El agua lo había arrastrado pero lo vi a lo lejos, brillando por la luz de un farol. Corrí a alcanzarlo cuando el ruido de una bocina me aturdió, seguido de un golpe fuerte a la distancia.

¿Qué soñaste?
Ya no estaba enojado, me había quedado quieto, callado, ahora sentía culpa. El yo feliz comenzó a desvanecerse, hasta desaparecer por completo. El yo triste me miró con enojo, como culpándome por todo, se paró y se fue, tirando el cuadro a mis pies.

¿Qué soñaste?
Era el primer día del último año en el colegio, entró una chica nueva. Yo la conocía, la había visto en mi club algunas veces. Se sentó al lado mío, era simpática. Su sonrisa fue lo único que necesité para enamorarme de ella.

¿Qué soñaste?
Había mucha gente junta, se escuchaba la ambulancia estacionándose. Me metí por el medio, quería saber qué ocurría. Allí lo vi, el auto encima de la vereda, los doctores alrededor de un cuerpo. Era mujer, pelo largo, se veía joven, empecé a preocuparme. Corrí, más rápido que en cualquier partido, pero un oficial no me dejó acercarme más, no lo necesité. Era ella.

¿Qué soñaste?
Caí de rodillas al piso, necesitaba saber si estaba bien. Un doctor me vio preocupado y se acercó. Trató de hablarme pero no logré escuchar ninguna de sus palabras, sólo percibí el gesto de negación con su cabeza. Antes de irse me señaló algo en el piso, el celular de ella.

¿Qué soñaste?
Todo volvió a estar oscuro, me estiré para agarrar lo que mi otro yo había dejado. De pronto, en mi mano, no había un cuadro, sino un teléfono, y mostraba nuestra foto en el cine. 
De la oscuridad empezaron a aparecer personas, la lluvia volvió a caer. Estaba en el lugar donde había ocurrido. Era su teléfono, con nuestra foto en la pantalla. Esa foto de ambos sonriendo, felices, esa foto de algo que no era más que un simple recuerdo o, tal vez, un sueño. 


Juanpi Ortigosa, 2016.
Producido en los talleres de Siempre de Viaje, basado en la lectura de Los amnésicos no vivieron nada inolvidable de Hervé Le Tellier.

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