El placer me enloquece
jamás sentí nada igual
solo debo empuñarlo con firmeza
sin pensar
sin detenerme
yo lo asisto
él decide.
Es un experto, debo admitir
tanto en anatomía como en deshuese
se desliza cual bailarín clásico
con la fuerza de un batallón.
En épocas de sequía
se afila él solo
pobrecito
sufre la abstinencia.
No me deja limpiarlo
es como quitarle la ropa
nadie puede verlo
sin que se presente como le gusta
y solo antes de jugar.
No soy su primer asistente
y espero no ser el último
la última vez que charlamos
me dijo
no debes temer
tu carne aún no me interesa
pero al primer corte en falso
serás el próximo.
Federico Pérez, 2017.
Para minuto Fantástico.
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