Karina se asoma a la Ventana a la escritura

J Blackmon

Una vez mi padre dijo
"No le pidas peras al olmo".
Quedé tildada.
La situación era clara
yo quería algo donde no
no había
pero la frase
permaneció cartel
neón noche y día
ahí.
No le pidas peras al olmo
y cómo
no hacerlo?
Me pregunto por lo ridículo
y cierto
de la proposición.
¿No te pasa encontrar que la vida
te ubica
justo donde
el contrasentido
existe?
Me gusta que la lengua puede
interpretar
semejante cosa
por ejemplo
un olmo magnífico rebalsa
peras
cuelgan deslumbrantes
doradas
tienen esa perfección
transgénica
dulces peras
sin ningún
pero
tiernas, sabrosas, peras
deshacen mi boca
en agua.

Mi padre sin querer
me enseñó un refrán
sin querer
me opuse
toda la existencia para probar
peras mágicas
de olmos fantásticos.

Así voy.

No es mejor ni peor
pero
me vale cada instante
perdido
me vale el secreto
de mi tenaz importancia
para esta verdad
incontrastable.



Karina Macció, 2020.

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