Panecillos en forma de huevos de Pascua
Panecillos horneados en un molde para pie glaseados para que parezcan huevos de pascua.
Hacer media receta de la masa básica para panecillos dulces (ver receta). Después de que la masa leude, separarla en dos partes. Dividir cada parte en 24 unidades. Formar pequeñas bolas y ponerlas equitativamente en un molde engrasado para pie de 22 cm (usar dos moldes). Dejar leudar hasta que doblen su volumen, aproximadamente ½ hora. Calentar el horno a 190 °C (modo rápido). Hornear 20 a 25 minutos o hasta que estén sutilmente dorados. Enfriar, no separar. Decorar la superficie de cada rollo como un huevo de pascua, usando el glaseado blanco y rápido (ver receta) teñido y dulces para formar nombres, bordes, flores y hojas. Dejar algunos panecillos sin decorar para que contrasten con los otros.
Marguerite Yourcenar, cuaderno de recetas.
bagna cauda
La bagna cauda es un plato tradicional de mi familia Chianalino. Viene del Piamonte y tradicionalmente se hacía con aceite de nuez y se calculaba una cabeza de ajo y cinco anchoas por persona. Ahora lo hacemos más tranqui; aunque yo, seamos dos o cuatro, sigo usando una cabezota de ajo para empezar a hablar. En Saluzzese se incorporó crema, que es como lo comemos nosotrxs, aunque los tradicionalistas le tiramos nueces para compensar.
Muchas veces se la sirve en un caquelón o fondue para mantener la crema con anchoas, ajo y nuez bien calentita. Se pueden servir un montón de verduras para remojar, panes y pastas de todo tipo (fritas, incluso). Con cardo, en su versión más tradicional, pero es difícil conseguirlo por mis pagos.
Para Pascuas, mi abuela siempre hacía bagna cauda los domingos, la hacía con ravioles, así como una salcita. Los viernes santos comíamos bacalao, y los sábados las salchichas parrilleras de Colombo.
En mi familia, la comida siempre fue una tradición y una alegría, una forma de amor, de encuentro. Pasan los años y sigo sintiéndome afortunada por todas las delicias que probé y preparé para mis seres queridos. Ojalá les guste.
Receta:
Machucar tres anchoas y tres dientes de ajo por persona, calculando más o menos 100 cm3 de crema de leche y unas, no sé, cinco nueces (hay quienes calculan una anchoa y un dientito de ajo, pero en mi barrio les decimos Les miserables).
Yo a las anchoas las limpio. Es una exageración, pero la vida te cambia cuando probás anchoas sin espinitas, es como las uvas sin semilla. Les pasás una cucharita y con un papel de cocina te ayudás. Después de machacar (ojo que la minipimer ayuda pero te pueden quedar muy liquidongas) los filetitos y los dientes de ajo más dos o tres nueces (el resto guardalo para equilibrar al final), lo ponés a cocinar en un sautoir o sartén alta con una cucharada de manteca. Cuando cambie de color y el ajo ya no llore, le agregás más nueces picadas si hace falta y crema (todo esto en la cantidad necesaria para tus invitadxs, la bagna cauda no se come solo).
Es obligatorio servir pan tostado porque el pan es como un platito que lo usás desde que pinchás en la fondue hasta que te lo llevás a la boca (así no dejás "el caminito"). Después le podés poner todas las verduras que quieras, ravioles fritos o hervidos, ñoquis, milanesas, lo que quieras que no se vaya a desarmar y quedar ahí flotando en la ollita común.
Ah, y no te olvides, si cuando vas a remojar perdés algún "soldado", es fundamental que lo rescates!! A ver si se lo come otrx por equivocación.
Virginia Janza, 2020.
Propuestas de escritura para hoy:
-Escribir poéticamente tu receta favorita o tu plato de batalla.
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El libro recomendado de hoy es Crónicas de motel de Sam Shepard.
#ventanaalaescritura
¡Compartamos leer y escribir!
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