Blackmon |
Carta de amor
ridícula –Tu primer amor
¡Hola
Ernesto! Tanto años pasaron y mirá lo que es el destino, de
casualidad te vuelvo a encontrar en Facebook.
No
te voy a mentir, no me acordaba de vos ni te estaba buscando, pero
ahora que te descubro, todos los recuerdos me vinieron a la memoria
como si nuestra historia hubiese pasado ayer. Te reconocí enseguida
en la foto. Estás más grande pero parecés el mismo de siempre, un
poco más de pancita y menos pelo, pero los años los llevás muy
bien.
Qué
época hermosa vivimos en la Universidad, ¿te acordás?Éramos
jóvenes, sin preocupaciones, con todo el futuro por delante y el
presente que nos abrumaba. Vos eras tan, tan… no sé cómo decirlo,
un flaco buenazo, compañero fiel, incondicional. Yo sabía, sí
Ernesto, sabía de tu amor oculto hacía mí, lo tenía claro aunque
no me lo dijeras. Pero ya sabés, picoteaba de un lado para el otro,
no quería compromisos y además, me gustaba muchoMaxi. Te contaba
mis frustraciones cuando él se acostaba con otra, y vos me
escuchabas, porque más allá de amarme, eras mi amigo y eso estaba
por encima de todo.
Jamás
volví a conocer a alguien como vos. Me acompañabas a mi casa si era
de noche aunque vos vivieses para el otro lado, me dabas consejos,
venías conmigo a las fiestas para que no fuera sola, si no tenía
plata me pagabas la cerveza, hacías los trabajos prácticos en
nombre de los dos cuando estaba de bajón. Al lado mío, en las
buenas y en las malas.
Nunca
me confesaste tus sentimientos. ¿Por qué no lo hiciste? Quizás si
te hubieses animado… es verdad que yo solo te hablaba de Maxi y eso
seguro te acobardó, además de que no eras tan lindo como él y
bastante tímido como para arriesgarte. Pero tenías un corazón de
oro que es más valorable que cualquier otra cualidad, aunque en ese
momento no me diese cuenta. Si me lo hubieses dicho, quizás habría
reaccionado, quizás no. Te pregunto, ¿no valía la pena que lo
intentaras?
Ahora
miro tu muro. Sos un empresario exitoso, tenés una esposa y varios
hijos. Tengo que serte sincera como. Sentí envidia, enojo, bronca.
Sí, voy a decirte lo que vos nunca tuviste el coraje. Hoy me di
cuenta de que siempre te amé. Eras la persona ideal, el compañero
que necesitaba para transitar el camino de la madurez y no supe verlo
por la locura de la juventud. Te miro con esos ojos chiquitos, esa
nariz prominente, el cuerpo esmirriado, la mirada tímida, la actitud
fiel hacia tu trabajo y familia,y entiendo por qué nunca pude
encontrar al hombre con quién compartir mis días, por qué no me
casé a pesar de haber tenido varios novios.
¿Sabés
por qué? Porque el hombre de mi vida eras vos. Necesitaba que lo
supieras aunque eso significara rebajarme, aunque vos no quieras ni
siquiera aceptarme como amiga. Lo entendería si eso pasara, pero no
podría seguir respirando sin confesarte lo que siento. No sé si me
olvidaste, aunque dudo que hayas superado todo lo que transitamos
juntos.
Quiero
que sepas, mejor dicho necesito que sepas
que estoy acá, dispuesta a continuar la historia que quedó por la
mitad. Si algún día tu situación cambia, te separás, o te das
cuenta de que aún soy el amor verdadero,te estaré esperando.
Te
mando un beso enorme y espero con ansias que me aceptes como amiga.
En respuesta a la consigna de #ventanaalaescritura.
Vos también podés enviarnos tu texto.
#compartamosleeryescribir
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