El otro día le contaba a un conocido que en mi tiempo libre me gusta escribir. Esperaba la típica “ay qué lindo, yo me leí un cuento de Cortázar” o la clásica pregunta “¿qué escribís?”. O sea ya tenía el speech de siempre listo para contarse, cuando me tira un…
— Qué bueno, ¿qué buscas en las palabras al escribir?
No se dan la cara de wat de fak que puse. Por un segundo no supe qué decir, se me atoró el discurso en la garganta. Ya había explicado qué escribo incontables veces, pero esto jamás. ¿Qué buscás - en las PALABRAS - al escribir?
Una respuesta tenía que darle, ¿qué clase de escritor sería, si no contestara una pregunta tan filosófica con un chamuyo que esté a la altura?
Yyy mirá. La realidad es que no busco nada. Me siento en la computadora y me dejo llevar. Las palabras están ahí, listas para ser usadas, pero por sí solas carecen de vitalidad. Yo solo acomodo a las que me encuentran. Si te ponés a pensar, las palabras me buscan a mí. No soy más que un instrumento, que ellas utilizan, para encontrarle un sentido a la vida.
Juanpi Ortigosa, 2021.
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