Mi pija gusta de vos,
dijo y el sonido salió de su boca como si salieran murciélagos
volando de una cueva hacia el sol, hacia afuera, de la caverna y lo
oscuro, los murciélagos son mamíferos que cogen en el aire,
¿sabías?, los murciélagos pueden coger mientras vuelan, sería
hermoso volar en este instante que la cama se elevara y girara como
en un cuadro de Frida, enlazarnos en el aire, bichos moribundos a
punto de caer y seguir cogiendo, ¿podés parar? estoy celoso, mi
pija está enamorada de vos, y yo qué puedo hacer más que aferrarme
al suelo aferrarme al cielo aferrarme a las alas que me brotan de la
espalda de la nuca del coxis de la parte más finita de mis piernas y
me estoy elevando y te estoy elevando, bebé, estamos cerca de salir
por la ventana y no voy a parar aunque creas que hay algo más que
vos que me importa en esta cama, en esta cuadra, en este pedacito de
ciudad, y si te caés no pienso volver a levantarte, así que
agarrate fuerte porque tu pija está enamorada y al amor hay que
seguirlo a todas partes.
Virginia Janza, 2013.
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