Tengo
palabras en el cuerpo
me
salen por los poros
afloran
a cada momento
casi
siempre en los peores
a
veces cuando no las necesito
y
cuando sí, se esconden.
Tengo
palabras en el cuerpo
las
siento al vomitar
en
cada paso que doy
hacia
lo que quiero ser
las
siento en tu aliento y en mi respiración
se
interponen en cada bocanada de aire puro
y
producen las oraciones más incoherentes
los
poemas peor construidos.
Tengo
palabras en el cuerpo
revoloteando
en cada sensación
con
cada aleteo suyo
se
desata un tornado
frío
que cala los huesos.
Tengo
palabras en el cuerpo
no
dejan huellas ni rastros de vida
ellas
sólo pasan
y
sobrepasan
los
límites de la conversación
reclaman
su autonomía lingüística
cada
vez que me ahogan sin aviso
y
me dejan sin vocales
para
respirar.
Lorena Di Scala, 2018.
Selección para lectura en Mardelfip.
Imogen Cunningham |
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