vos tan feliz y yo tan frágil
mareada
con dudas
vos tan fuerte y yo escribiendo sobre el vacío
me cuesta entenderte
acercarme
tanta certeza junta
seguridad
que está bien ir por este camino
cómo sabés
cómo carajo sabés qué camino
qué pasos
qué futuro
te planificás de acá a los próximos cincuenta años
cómo hacés
vos y tus planes
organización, orden
y siempre te resulta
no se cómo
pero te sirve, funciona
estás “bien”
¿nunca te pasa
despertar
a cualquier hora?
en algún colectivo
momento
no entender por qué estás ahí
a dónde estás yendo
dudar
¿y si fuera a otro lado?
¿quiero realmente esto?
¿a dónde estoy yendo?
¿cómo hacés para organizarte así y que las cosas te resulten?
¿no necesitás romperte
tirar la mochila
por momentos
decir basta
dejar de hablar de lo mismo?
No dudás
Te planificás
y te resulta bien
A mi no me pasa
así no puedo
no me sale
me gustaría
lo intento
pero no me sale
con los mandatos entre los rulos
luchando con ellos codo a codo
gracias a ellos
a costa de ellos
“risitos de oro”
“la nena hermosa”
y tener que cuidar mis rulos
y ser una nena hermosa
buena alumna
sacarse buenas notas como si eso fuera una pócima tranquilizante
bueno no
no me quedo tranquila nunca
no me sale
aunque cumpla exactamente con todo
no puedo
aunque lo intente, no me sale
en el fondo
realmente
pienso
qué antipoética es la tranquilidad
maldita tranquilidad
malditos consuelos
siempre con los rulos bien peinados para que estén controlados
vestirme bien
como si hubiera un “buen vestir”
los colores combinados
que no desentone ninguno
que hagan juego,
cada tono en su exacto lugar
y todo esto para decir que no puedo acercarme
no puedo tocarte así
calculador
no entiendo cómo hacés para no necesitar escribir poesía, por ejemplo
cómo hacés
cómo hacés para quedarte tranquilo
dónde está tu intensidad
no puedo tocarte si sos perfecto
combinado
exitoso
y sin dudarlo
y sin llorar
si salís al mundo así
entero
café con leche con tres medialunas
ni más ni menos
y las cosas siempre te resultan
el deseo disciplinado
disciplinador
no puedo tocarte porque no encuentro tus sinsentidos
tus dudas
tus no sé
yo, que soy ondeada
que me caí veintisiete mil veces
me echaron de un trabajo
reprobé materias
perdí amigos
tomé malas decisiones
me equivoqué
lloré mucho
lloro
el mundo me tiembla
y a veces me lo permito
tiemblo
no como palabra bonita
o poética
me tiemblan las piernas
las axilas
me duele el pecho
me emociono
lloro las dudas
los nudos
los rulos enredados que no saben para dónde ir
los puentes que no llegan
las posibilidades infinitas
mostrame qué hay adentro de vos
dale, me intriga
hasta las paredes más firmes tienen grietas
fisuras
de eso estamos hechos
a través de ellas vivimos
que respiren las cosas
no que “funcionen”
darle lugar al vacío
la poesía
la ansiada y temida
eterna
erótica
intranquilidad
Maga Levin, 2018.
Wassily Kandinsky |