Pisar la piedra en el zapato
percibir la sangre que llena el zapato
ver la huella que deja la sangre que llena el zapato
sonreír ante la huella
no fingida falsa sarcástica
afianzarse en la incomodidad
paladear el gris
no irse hacia el blanco
no caer en picada en el negro
sino
flotar en el gris
despreocupadamente sin lograrlo
los brazos desparejos en cruz
deslizarse accidentada por la colina suave del gris
ya sin luchar
entregarme sumisa
hundida en el colchón de gris
apoyar la espalda
aguantar la picazón
profundizar
las ganas de salir corriendo
aguantar la picazón
reposar adueñarse promover
aguantar la picazón
un nicho de incomodidad
propio de tan ajeno
aguantar la picazón
no esforzarse
no luchar
aguantar la picazónpercibir la sangre que llena el zapato
ver la huella que deja la sangre que llena el zapato
sonreír ante la huella
no fingida falsa sarcástica
afianzarse en la incomodidad
paladear el gris
no irse hacia el blanco
no caer en picada en el negro
sino
flotar en el gris
despreocupadamente sin lograrlo
los brazos desparejos en cruz
deslizarse accidentada por la colina suave del gris
ya sin luchar
entregarme sumisa
hundida en el colchón de gris
apoyar la espalda
aguantar la picazón
profundizar
las ganas de salir corriendo
aguantar la picazón
reposar adueñarse promover
aguantar la picazón
un nicho de incomodidad
propio de tan ajeno
aguantar la picazón
no esforzarse
no luchar
no arrugar la nariz
dejar ir cada pensamiento
aguantar la picazón
gris como una nube gris
verlos pasar incómodos
fusionarse en un cielo encapotado
porque claro que llueve
y no hay paraguas
pero qué importa ya
llueve en mi nicho gris de disconformidad
es lo mismo
hay cierta belleza en la curva rubí que dibuja la huella sobre el gris asfalto
sigo caminando mientras
la piedra firme
en la blanda carne del pie
se incrusta como una gema preciosa
mi pie es una joya herida
envuelto por este zapato que gotea su errática marcha
en tanto que soy
grisácea equilibrista
Carla Capozucca, 2018.
Rosario.
Man Ray |
No hay comentarios:
Publicar un comentario