jueves, 11 de enero de 2024

Martín en Amor y dolor riman


 


Tan Tonto

Suspiro y camino. Siempre camino cuando me siento angustiado. Imposible quedarme quieto, lo intento pero no duró mucho, no lo soporto, entonces pego un salto y me charlo. Me sirve para alejar los fantasmas los golems que yo mismo creo. Parecen de piedra, pero son solo plumas-viento, asustan creando todo tipo de inseguridades, miedos, celos. Son mis trampas, las puse yo para mí, algunas están escondidas entre ramitas y hojas, yo lo sé, es decir, sé dónde están y por eso las piso y me enredo y termino todo enchastrado. Es ahí cuando arranco: me paro y camino, me hablo, hago las paces, te hablo, te digo lo que no puedo o no me sale, me tranquilizo, ya está ya me caí, ves? me raspé acá y acá, si tan tonto, tan obvio, ¿Para qué? ¿por qué? es que está todo tan prolijo, tan encaminado, tan ordenado, tan tonto. Si lo sé lo sé y me vuelve a pasar siempre, como un idiota pongo trampitas donde pueda, a veces me quedo sin las herramientas necesarias pero ¡mirá que hábil soy! Me la rebusco y si no puedo invento con un hilito imaginario que enredo formando una pelusa, de la pelusa un ovillo y te regalo un suéter, espero que lo uses. Por eso te pido: no me escuches por favor, no me escuches siempre, la mayoría de las veces no se lo que quiero y cuando lo sé no lo digo bien. Vení dame la mano, caminemos juntos, sincronicemos los pasos, quiero olvidarme de mí, no tener cuidado ni excusas, quiero entregarme desarmado no importa si duele.


Martín Po, 2023.




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